Acabamos de iniciar el 2018 y conviene hacer balance del 2017, del camino recorrido y lo que tenemos por delante;
En el plano político, Móstoles ha vivido un 2017 muy inestable con las cada vez más crecientes tensiones dentro del tripartito, que tuvieron su más palpable ejemplificación en el cese del concejal de urbanismo Eduardo Gutiérrez.
Esto provoca que el gobierno esté más preocupado de “luchas internas” que de gobernar para los vecinos de nuestro municipio; la ciudad está sucia, descuidada, mención aparte, del estado de nuestros colegios. Ya no vale lamentarse de la herencia recibida. De nada sirve congratularse de aprobar unos presupuestos si no repercuten en el beneficio de nuestros vecinos.
La falta de proyecto a medio y largo plazo es palpable. Hay que recordar que en los más de dos años y medio de gobierno no ha habido ni una mejora reseñable en nuestro municipio. Nadie conoce la puesta en marcha de actuación alguna que mejore la vida a nuestros vecinos.
En este 2017, desde Ciudadanos no hemos parado de presentar iniciativas: la creación de un nuevo centro de salud en el PAU4, ampliación de horarios de bibliotecas públicas en épocas de exámenes, plan de inclusión para niños con dislexia, aumento de la frecuencia de la línea 534, reducción del IBI a las familias numerosas, mejora de parques infantiles…
Hemos reiterado insistentemente al ayuntamiento que para mejorar el municipio hay que sentarse a trabajar con los que estamos enfrente, que no enfrentados, tanto con colectivos como fuerzas políticas. Dialogar para avanzar.
En este año que empieza le pedimos al Gobierno que escuche a los vecinos y se ponga a trabajar para dejar en un futuro un proyecto de ciudad moderno que incluya a todos.